Arteterapia
En la última etapa de la vida, expresar emociones es muy importante. La arteterapia ayuda a encontrar paz, recordar momentos felices y sentirse acompañado. No hace falta tener experiencia, lo importante es crear y sentir.

A través de actividades artísticas como la pintura o las obras de teatro se permite a las personas mayores recrearse a sí mismos, transformando sus emociones y sensaciones en colores, formas, líneas y movimientos
Con la Arteterapia, se intenta, principalmente, estimular sentidos como el olfato, el oído, el gusto y el tacto
Ej: Emilia, de 88 años, usa la pintura en arteterapia para expresar sus emociones a través de colores y formas. También estimula sus sentidos con aromas, música y texturas, ayudándola a recrearse a sí misma y conectar con sus sentimientos.

Ayuda a estimular habilidades como la memoria, la creatividad y la imaginación
.Reduce el estrés y la ansiedad ayudando a centrarse en el momento de ahora.
Da seguridad y disminuye la dependencia
Favorece la concentración, la autoestima y la autonomía
Ej: Andrés, de 82 años, usa la arteterapia para expresar sus emociones, lo que mejora su autoestima y motivación. Al participar en actividades creativas, estimula su memoria, reduce el estrés y mejora su interacción social, ganando seguridad y autonomía.
¿Que beneficios tiene?
Para las personas que tienen dificultades en la expresión verbal, facilita la comunicación y las habilidades del lenguaje.
Aumenta la autoestima, los mayores se motivan y participan activamente expresando lo que sienten. Los sentimientos no solo se pueden expresar con palabras, sino también, por ejemplo, pintando.
Las expresiones creativas y artísticas son auténticas, reflejan lo que una persona siente por dentro de una manera original y transparente
Facilita la interacción social

Fases de un taller de arteterapia

Es preferible que las actividades se realicen en grupo ya que el aislamiento produce desesperanza y se comparte el proceso de envejecimiento. Un grupo genera permanencia y sentido de la comunidad
Las actividades artísticas son parte del conocimiento natural de las personas, en mayor o menor grado. Despertar esa parte del conocimiento es muy beneficioso, porque no tiene límites.
En un taller de arteterapia, pueden darse varias fases, y cada una tiene un objetivo terapéutico distinto:
–Primero se explica la actividad. Se crean vínculos, y obliga a la persona a mostrar interés por lo que va a hacer . Se genera un ambiente de confianza y tranquilidad, y se comienza a despertar la curiosidad.
– Después, la persona mayor entra en contacto con los materiales que utilizará. En esta fase se desarrolla la creatividad y la imaginación. Se les da la oportunidad de experimentar, para que sepan que todavía hay mucho por aprender y descubrir.
– Por último, compartir el trabajo realizado permite expresar las emociones y mostrar lo que se ha sentido durante la terapia. La persona sabe que es escuchada y respetada y que tiene un lugar de desarrollo personal.

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